dilluns, 28 de juliol del 2008

La historia de Fingolfin (XI)

Cuando veinte años del Sol hubieron pasado, Fingolfin, Rey de los Noldor, celebro una gran fiesta; y fue en primavera cerca de los Estanques de Ivrin, donde nacia el Rio Narog, pues alli las tierras eran verdes y hermosas al pie de las Montañas de la Sombra que los escudaban del norte. La alegria de esa fiesta se recordo mucho tiempo en los posteriores dias de dolor; y se la llamo Mereth Aderthad, la Fiesta de la Reunion.
A ella asistieron muchos capitanes y gente de Fingolfin y Finrod; y los hijos de Fëanor Maedhros y Maglor con guerreros de la Frontera Oriental; y tambien asistieron muchos Elfos Grises, gente errante de los bosques de Beleriand y de los Puertos, con Círdan, su señor. Hasta asistieron Elfos Verdes de Ossiriand, la Tierra de los Siete Rios, que se extendia muy lejos, bajo los muros de las Montañas Azules; pero de Doriath solo vinieron dos mensajeros, Mablung y Daeron, portadores de los saludos del rey.

En Mereth Aderthad se celebraron de buen grado multiples consejos, y se oyeron juramentos de alianza y amistad; y se dice que en esta fiesta la gente hablo sobre todo la lengua de los Elfos Grises, aun los mismos Noldor, pues aprendieron de prisa el idioma de Beleriand; en cambio los Sindar eran lentos en dominar la lengua de Valinor. El corazon de los Noldor estaba henchido y lleno de esperanzas, y a muchos de entre ellos les parecio que las palabras de Fëanor tenian ahora justificacion, cuando les aconsejo buscar libertad y hermosos reinos en la Tierra Media; y en verdad siguieron luego largos años de paz, mientras un cerco de espadas defendia Beleriand de la maldad de Morgoth, que ya no tenia poder sino dentro de sus propias estancias. En aquellos dias habia alegria bajo el nuevo Sol y la nueva Luna, y toda la tierra estaba complacida; pero la Sombra aun meditaba en el norte.

Y cuando otra vez hubieron transcurrido treinta años, Morgoth, al que sus espias comunicaron que los señores de los Noldor andaban errantes sin pensar en la guerra, decidio poner a prueba la fortaleza y la vigilancia del enemigo.
Una vez mas, sin advertencia previa, recurrio a sus poderes, y de pronto hubo terremotos en el norte, y salio fuego de fisuras abiertas en la tierra, y las Montañas de Hierro vomitaron llamaradas; y los Orcos pulularon en la llanura de Ard-galen. Desde alli descendieron por el Paso del Sirion al oeste, y al este irrumpieron en la tierra de Maglor, por la hondonada que corre entre las colinas de Maedhros y los macizos de las Montañas Azules.
Pero Fingolfin y Maedhros no dormian, y mientras otros perseguian a los Orcos dispersos que erraban por Beleriand haciendo gran daño, ellos se precipitaron desde ambos flancos sobre el ejercito principal que atacaba entonces a Dorthonion; y derrotaron a los siervos de Morgoth, y yendo tras ellos por Ard-galen los destruyeron por completo, hasta el ultimo y el menor, a la vista de los portales de Angband. Esa fue la tercera gran batalla de las Guerras de Beleriand, y se la llamo Dagor Aglareb, la Batalla Gloriosa.


Mapa de Beleriand (click para ampliar)

Fue una victoria, pero tambien una advertencia; y los principes la tuvieron en cuenta, y fortalecieron la alianza y pusieron mas centinelas, e iniciaron el Sitio de Angband, que duro casi cuatrocientos años del Sol. Por largo tiempo, despues de la Dagor Aglareb, ninguno de los siervos de Morgoth se aventuro fuera de los portales, pues temian a los señores de los Noldor; y Fingolfin se jacto de que si no mediaba traicion entre ellos mismos, Morgoth nunca quebrantaria otra vez la alianza de los Eldar ni los sorprenderia inadvertidos.
Pero los Noldor no pudieron apoderarse de Angband, ni recuperar los Silmarils; y la guerra nunca ceso por completo en todos esos años del Sitio, pues Morgoth concebia nuevos males, y de vez en cuando poma a prueba a los sitiadores. Tampoco era posible mantener la fortaleza de Morgoth rodeada por completo; porque las Montañas de Hierro, en cuyas enormes laderas curvas se alzaban las torres de Thangorodrim, la defendian por ambos lados y eran impenetrables para los Noldor a causa del hielo y la nieve. Por tanto, en la retaguardia y en el norte Morgoth no tenia enemigos, y por ese camino los espias salian a veces y llegaban por multiples desvios a Beleriand. Y deseando por sobre todo sembrar el miedo y la desunion entre los Eldar, ordenaba a los Orcos que atraparan vivo a cualquiera de ellos y lo llevaran encadenado a Angband; y a algunos el terror de los ojos de Morgoth les intimidaba de tal manera que no necesitaban cadenas, y andaban siempre atemorizados y dociles. De este modo se entero Morgoth de mucho de lo sucedido a partir de la rebelion de Fëanor, y se regocijo viendo alli la semilla de muchas disensiones entre los Eldar.

Cuando casi cien años habian transcurrido desde la Dagor Aglareb, Morgoth intento sorprender a Fingolfin (porque tenia conocimiento de la vigilancia de Maedhros); y envio un ejercito al norte blanco, y las tropas se volvieron hacia el oeste, y luego hacia el sur, y llegaron a las costas del Estuario de Drengist por la ruta que Fingolfin habia seguido desde el Hielo Crujiente. De ese modo penetrarian en el reino de Hithlum desde el oeste; pero fueron descubiertos a tiempo y Fingon cayo sobre ellos entre las colinas, en el nacimiento del Estuario, y la mayor parte de los Orcos fueron arrojados al mar. No se la llamo una gran batalla, pues la tropa de los Orcos habia sido poco numerosa, y solo una parte del pueblo de Hithlum lucho alli.
Pero luego hubo paz durante muchos años, y Angband no ataco nunca abiertamente, porque advertia Morgoth que los Orcos no eran rivales para los Noldor; y busco en su corazon nuevo consejo.

Una vez mas, al cabo de cien años, Glaurung, el primero de entre los Uruloki, los dragones de fuego del norte, salio una noche por las puertas de Angband. Era joven y aun no se habia desarrollado del todo, porque larga y lenta es la vida de los dragones, pero los Elfos huyeron acobardados hacia Ered Wethrin y Dorthonion, y el corrompio los campos de Ard-galen.
Entonces, Fingon, principe de Hithlum, cabalgo hasta el dragon junto con arqueros montados y lo rodeo con un anillo de rapidos jinetes; y Glaurung no pudo soportar los dardos, pues era aun debil de armadura, y huyo de vuelta a Angband y no volvio a salir de alli en mucho tiempo. Fingon gano grandes alabanzas y los Noldor se regocijaron; porque pocos entendieron el significado y la amenaza de esta nueva criatura. Pero a Morgoth le disgustaba que Glaurung se hubiera manifestado demasiado pronto; y a su derrota siguio la Larga Paz de casi doscientos años. En todo ese tiempo solo hubo refriegas en las fronteras, y toda Beleriand prospero y se enriquecio. Detras de la guardia de los ejercitos los Noldor levantaron torres y edificios, y muchas otras cosas hermosas hicieron en aquel entonces, y poemas e historias y libros de sabiduria. En muchos sitios de la tierra los Noldor y los Sindar se fundieron en un solo pueblo y hablaron la misma lengua; pero esta diferencia siguio habiendo entre ellos: los Noldor eran mas poderosos de mente y cuerpo, y mas grandes guerreros y mas sabios, y edificaban con piedra y amaban las pendientes de las colinas y las tierras abiertas, pero los Sindar tenían una voz más hermosa, y eran mas habiles en la musica, exceptuando a Maglor hijo de Fëanor; y amaban los bosques y las orillas de los rios; y algunos de los Elfos Grises erraban aun sin morada fija por sitios remotos, e iban siempre cantando.